Las inmobiliarias desarrolladoras adoptaron el modelo inmobiliarios de Fideicomisos como el más interesante para inversores.
Los Fideicomisos, considerados modelos de inversión como instrumentos con los cuales las inmobiliarias han decidido enfrentar la crisis, muestran características únicas que provee al inversor de un instrumento notable.
Es una forma de invertir en un producto con rendimiento controlado y entre los más predecibles, aún cuando hay movimientos sísmicos en la economía del país que lo fomenta.
Las operaciones en el segmento de capitales que se destinan a Fideicomisos cuentan con una demanda sostenida, internacional, y suficientes sostén en el asesoramiento de empresas inmobiliarias, que lo hace un instrumento bajo un régimen confiable.
Los emprendimientos constructivos bajo el modelo de Fideicomiso inmobiliario cuenta con normativas claras, más o menos específicas, basadas en la experiencia internacional y convenios gubernamentales.
Cuentan con un avalúo inmobiliario, un control del seguimientos de los costos, políticas de protección del estado e incluso aporte por parte de los asesores financieros, por ser un modelo probado, ampliamente certificado por expertos en el área y sobre todo: lo más sólido en inversiones en tanto convive, sin rajaduras con el proceso de burbuja inmobiliaria, que en algunos países se debe a la inestabilidad de las garantías y en Argentina al cepo al dólar, reciente.
El esquema del negocio es simple: una empresa aporta el inmueble, por ejemplo la inmobiliaria Mazzei Propiedades, con su emprendimiento Tango Work and Live, se conforma una entidad administradora, que recibe el edificio y cuenta con autoridad para comercializarlo, quien designa una administración o entidad administradora, que pasa a constituir el administrador de papeles o certificados de inversión que representan porcentajes del edificio, ya sea en unidades, o en partes, según como se convenga entre los tenedores de los certificados y la administración.
Los inversionistas pueden comprar los certificados, con los que adquiere derechos y obligaciones. Con estos certificados, se mantienen las propiedades, o se las construye o se las administra, según cuál sea el destino acordado entre fiduciarios.
Los administradores funcionan como garantías de la inversión y a su vez controladores del emprendimiento.
El inversionista que se inclina por un modelo de Fideicomisos inmobiliarios está apostando a dos tipos de retorno de inversión, rentas y valor agregado del inmueble, ya sea por la zona, calidad del edificio y todas las consideraciones que se tienen en cuenta al evaluar un inmueble.
También es una forma de liquidez, con un recurso que no es dinero directo, el nivel de negociación le permite una movilidad de inversiones amplia, sobre todo cuando intervienen en el Fideicomiso sociedades que cuentan con diversos modelos instalados en diferentes países, como es el caso de la Inmobiliaria Mazzei Propiedades, con emprendimientos de Fideicomisos en Uruguay y Miami.
Por sus características, también cuentan con flexibilidad en la forma del financiamiento, pues los certificados son partes del emprendimiento en porcentajes y no por unidades, aunque es también posible adquirir suficientes certificados que conformen una propiedad entera, pero sin dejar de lado su característica de certificado que le dará al propietario poder de negociación y diversificación de su inversión.
Cartón resistente, una idea de un diseñador chino que promete ingresar en el mercado de decoración de interiores, industria del mueble y otras opciones.
La burbuja inmobiliaria provoca efectos secundarios, cualquiera con una propiedad arma un sitio para atendión turística sin tener la menor idea de cómo se lleva adelante un servicio de hotel.